domingo, 7 de septiembre de 2014

Vivir

Estoy cansado de mi vida. Y no refiero a que me quiera suicidar (aunque ganas igual hay), sino a que quiero que mi vida tome un rumbo diferente.
Me da pena pensar que la mayor actividad social que he realizado en semanas consiste en haber invitado a mi madre a tomar once hoy. Que el mayor contacto con otra persona sea un beso en la mejilla o un apretón de manos formal y carente de sentido y emoción.
Quiero salir, emborracharme, drogarme, reírme, caerme, cortarme, sangrar, besar, abrazar, dar placer, sentir placer, ahogar los pensamientos y sentarme a las tres de la mañana en un excusado ajeno a vomitar todo lo que comí en la ducha.
Pero soy una bola de inseguridad, inmadurez, ansiedad y aburrimiento andante. No tengo amigos ni novia con quién compartir una conversación y todo y todos me aburren. No sé si soy un incomprendido, un ser especial (que lo dudo) o simplemente se me aflojó un tornillo y no encajo con nadie y estoy condenado a pasar el resto de mis días solo, encerrado, viendo series y películas y pornografía, mientras que mi mayor actividad sexual será masturbarme observando esta última. ESTOY ABURRIDO DEL MUNDO Y TODAS SUS ESTUPIDECES. NO QUIER MORIR, QUIERO VIVIR.

No hay comentarios:

Publicar un comentario